La tarde
me ha desvelado
en un acaecer constante
en el que los dorados y
los ocres juegan
a buscar sin encontrarse
a contar historias sobre
duendes y antiguas
moradoras náyades
la tarde
me ha desvelado
en un despertar de niños
en el que la siesta
mató a la visión del mundo
dominante
la tarde
me ha desvelado
como un barquito sin
mando que flota
entre los círculos concéntricos
bregando por alcanzar
las costas del ensueño
la tarde
me ha desvelado
no hay otra vuelta que darle
esperaré la noche para
morir un poco
y que ella encarne
el corazón latente que llevo dentro
mío
Me gustó, me gustó. Hay que ayudar con un granito de arena todas las tardes.
ResponderEliminarCoincido Olenín, abrazo de oso polar en época en que no invernan más alimentado por peces que con carne de foca preferentemente de hábitos diurnos cuidado con los deshielos qué sucedió con el cambio climático el oso va a tener que aprender a nadar... POEMARIO
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