lunes, 1 de julio de 2013

Plegaria Violenta


Que vengan a mi todos los tormentos del mundo
las heridas de la espada, los estigmas de los santos
el vacío de las madres con los niños quitados
los temblores de la fiebre en la hora señalada
y la sensación de buitres sobre nuestras cabezas

Que vengan los 7 dolores de la Madre Dolorosa
qué digo, que vengan como las cuentas de un rosario
la desesperación del ahogado, la angustia de estos tiempos:
la duda; la enfermedad, la desesperanza, el egoísmo
de los ricos y la pobreza de los pobres (y viceversa)

Que venga el hambre con su alcancía de oro
que venga el odio, le presentaremos batalla
que venga el desamor con su hermano el miedo
la discriminación y las castas superiores

Que venga la adicción al son de su flautista
a mí, en este verso, todos los pesares tuyos
bien digo, a mí y a mis versos
esas son mis armas y Vos sos mi remanso

Dispararé un cántico de amor sobre el universo
y los tormentos serán tormentas para las cosechas
las heridas caricias, los estigmas ya costras secas
en los cuencos renacerán los niños muertos
la fiebre bajará de pronto y la muerte nos llevará danzando

La Virgen ya no tendrá por quién penar
abriremos los ríos de la angustia a nado
la duda será positiva, la enfermedad una cura en sí, no habrá más desesperanza
porque el egoísmo de antaño lo erradicará el dolor

Las bocas serán saciadas, los corazones estarán contentos
¿cómo solucionaremos los problemas del amor, no amándonos?
Amar más allá de las fronteras será nuestra consigna
la diferencia reclamará su trono, y las castas superiores desearán ser novicias

Se quebrará la flauta, el flautista será despedido
tus antiguos pesares trocados en mis versos
qué digo, tus versos y los míos
esas son nuestras armas y Vos sos mi remanso
podés contar que yo seré tu calma
siempre