domingo, 10 de octubre de 2010
Hipotermia
Gervasio es un pobre hombre que como ya se ha dicho, vive en la calle y por las noches duerme a la intemperie. Las gentes estaban muy ocupadas en sus discusiones como para restarle algunas palabras a sus retóricas y dedicarle un momento de servicio a este pobre infeliz:
_Un poco de pan por caridad…_
Gervasio no siempre fue un linyera. Antes tenía trabajo en el ferrocarril, pero uno se pone viejo y las maquinas automáticas y las empresas privatizadas y uno ya no sirve para nada. De aquellos buenos tiempos se puede decir que casi no queda nada, pero Gervasio es una excepción, Gervasio conserva una perra llamada Lola.
Lola siempre se había caracterizado por la fidelidad para con su amo, pero en estos últimos tiempos se había puesto bastante desobediente. Su dueño la había dejado estar, y Lola, a pesar de haber sido advertida por el susodicho de sus juntas, hizo oídos sordos al asunto y se siguió juntando con un grupo de perros callejeros que hacían llamarse “La Jauría”.
La jauría era toda la mierda de perro que había suelta por la ciudad, hecha una masa amorfa que respondía a un tal Puto. Y con mierda de perro no me refiero a la raza, porque justamente en Jauría había también dálmatas, dobermans, perros policía, y labradores entre otros pedigríes.
Y justo esa noche hizo una helada que por poco nevaba. Hacía rato que los bondis pasaban cada tanto y ya todo era calma en la ciudad de… que como toda ciudad nunca duerme. ¡Y cómo van a dormir a la intemperie con sabe Dios cuántos grados bajo cero de temperatura! eso se lo reservan a linyeras como Gervasio.
Como un bondi fuera de servicio se había acabado su último cigarro, y ya acostado “por confiao y por ser créido…” no tenía ningún fueguito. Solo contaba con el aliento para calentarse un poco las manos heladas.
Y para colmo Lola, que en antes se abría acurrucado a él para darle calor, había tomado la costumbre de irse por ahí con la Jauría a vaguear por las calles de la ciudad.
_Perra ´e mierda…_
“La hora fría que precede a la mañana” empezó, y con su llegada se fue la vida de Gervasio, el linyera.
Y con la resaca de la mañana volvió la Jauría al barrio y con ella su voz, Puto:
_ A ver Lola si sos fiel a la gilada, comete un pedazo de tu dueño…_
Lola, que apenas podía mantenerse en pie, se negó rotundamente. El alcohol no le dejaba entender todavía que su amo había muerto de hipotermia.
_¡Vas a ir en contra de la ley de la calle!_
Lola afirmó, pensando que todo ellos era una broma y que su dueño solo dormía, pero los gruñidos de la jauría se hicieron sentir rápidamente.
_¡Comete al fiambre...!
Lola temiendo por su vida, empezó por comerle un dedo de la mano, esa mano que en antes le había dado de comer. Y luego la imitaron la jauría y cuando no hubo más carne se repartieron los huesos, los mayor parte para Puto la otra para el resto. Lola no aceptó la suya.
Ese día el barrendero encontró sangre congelada en la calle… de la ciudad y denunció en la comisaría. Allí le dijeron que de seguro se habían estado peleando los perros de la Jauría por comida y que un poco de agua caliente seguramente haría más fácil el trabajo de quitarla del asfalto.
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Holaa, cómo estás¿?! Soy Alma, de /ohmujersideral , quería contarte que estoy armando uno nuevo, creo que se llama /ohmujer jaja! Te sigo leyendo :)
ResponderEliminarjajaja
ResponderEliminarq te acortaron el presupuesto que acortaste el título?
jeje
dale, te sigo...